Cosas extrañas.

Hoy ha sido un día un tanto extraño.

Para empezar (y para vuestra información) os cuento que en el metro ya no sólo hay máquinas de bebidas y patatas, sino también con libros de bolsillo (que, todo hay que decirlo, no me parece mala idea, están bien de precio y son libros conocidos) y... Tacháaaaaaaaaaaan, el último descubrimiento: máquinas con zumos, potitos, salvaslip, tampax, pasta de dientes, klennex y preservativos entre otras cosas.

La gente está muy mal ¿no?, ¿en serio pensarán que alguien va a usar eso? ¿Quién en sus sano juicio va a comprar un paquete de tampax o de preservativos ahí, que le ve tó quisqui? Yo si acaso compraría un zumo, ni tan siquiera un potito, que luego se pensarán que soy mala tía, jejejeje.

Continuamos con mi día extraño:
Estoy sentada dentro de un vagón de metro, leyendo uno de esos periódicos gratuitos, cuando de repente... Flash!!! Sí sí sí, nos ha hecho una foto un chico que estaba sentado cerca a todos los que estábamos tranquilamente a nuestra bola en ese lado del vagón, y es que además del flash la cámara hacía ruido, vamos, que como para no darse cuenta de que te han hecho una foto. Pero luego ha repetido la operación con los que iban al otro lado del vagón y la reacción ha sido la misma: X personas mirándole con cara de flipe y de cabreo a la vez, lo que me extraña muchísimo es que nadie haya dicho nada.

Hoy hemos tenido el primer día de clase de las de este cuatrimestre, así que no hemos hecho nada: el programa y ya.
Así que al terminar la última me he dado un paseillo por sol, al entrar en el Corte Inglés me para una chica de esas que hacen promociones. Me paro pensando que me iba a dar a oler una colonia:

-Hola, ¿conoce las cremas de Diadermine?
-Sí, bueno, me suena la marca.
-Es que es para que pruebe la de caviar, ¿ha visto el anuncio?
-Sí, ¿pero esto a partir de qué edad es?
-De los 30, pero nunca está demás cuidarse con anterioridad para prevenir las arrugas.
-Ya, pero es que todavía me queda hasta que los tenga.
-¿No la quiere probar? Mire que suave (me pone un poco en la mano).
-Pues sí la verdad, pero es que yo estoy muy contenta con la mía y todavía no la necesito.

Ahí quedó la cosa, pero después lo pensé y ví que la chica me había llamao vieja por tó el morro. Vale, ella tiene que vender, pero vamos que la edad de cada uno más o menos se nota ¿no?.
Me he sentido tan ofendida que a la vuelta le he dicho cuántos años tengo pá que se jodiera ella, jejeje :p

Y después, he visto a estos tipejos en Callao, los lazy beggers, que hasta tienen página web y todo: www.lazybeggers.com
Creo que antes se ponían por Chueca, pero como dice uno de sus carteles: "Por lo menos sinceros"